sábado, 8 de septiembre de 2012

Yo sí le rezo

    Tras un largo periodo sin aparecer por aquí, motivado principalmente por estas buenas vacaciones que tenemos los profesores, me animo a escribir de nuevo a través de esta ventana. Han sido casi cuatro meses y la verdad echando la vista atrás, han pasando cosas, cosillas y "cosotas".

    Seguro que tendré tiempo de mirar y reflexionar sobre alguna, pero hoy no tengo ganas de eso, si no de mirar para adelante, porque en ocasiones hay que seguir el consejo de mi jefa Isabel ..."para atrás... ni para coger impulso",

    Hoy celebramos el día de Extremadura, el día de la Virgen Coronada. Es una fiesta muy entrañable para mí, es mi barrio y en mi casa se le tiene mucho cariño y devoción a la Virgen. Además nos juntaremos con amigos que hace tiempo no vemos y la verdad apetece. Ya son contadas las ocasiones que nos reunimos casi todos y hay que aprovechar, aunque ya la fiesta nos la tomemos con más tranquilidad.

    Hoy quería compartir con vosotros mi devoción por la Virgen. Últimamente Dios y yo no tenemos una relación muy estrecha que digamos, evidentemente por mi parte, "mea culpa", pero a la Virgen siempre la llevo en la recámara. No sé será esa debilidad por las madres que me caracteriza. Yo le hablo y le rezo, lo cierto que casi siempre para pedir, aunque reconozco que debería de estar todo el tiempo dando gracias, pero...¡es que hay mucho que pedir! y la verdad  tengo suerte, por que me oye, lo sé y casi todo lo que le pido me lo concede, espero seguir en esta línea.

    Desde este pequeño rincón, os animo a que habléis con Ella, independientemente de si creéis mucho o poco, esta mujer es un cielo y te escucha, seguro. Háblale, verás... Creo que nos viene bien ese rato de estar solos con Ella y desahogar todo lo que no nos atrevemos a contar, nuestros miedos, ilusiones, anhelos,... Si vas con problemas seguro que los seguirás teniendo, pero te da fuerzas para verlos desde otro punto de vista y eso reconforta en ocasiones.

    Lo dicho, espero que aceptéis mi pequeño consejillo, por probar...

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