Hoy no es un día especial, no es un día que haya que señalar por nada en especial, bueno es el cumple de mi cuñada...¡felicidades!, pero hoy me he levantado dándole gracias a Dios especialmente por el hijo que me ha regalado.
Mi mujer y yo no somos muy dados a colgar fotos en Internet, a decir lo guapo y maravilloso que es, ... porque en el fondo eso lo piensan todos los padres de sus hijos y tampoco es necesario predicarlo a los cuatro vientos, aunque evidentemente quien lo hace tiene todo mi respeto.
Parece que ya hemos pasado esa mala racha de dormir poco, el peque dormía mal. Hay que reconocer que la paciencia se agota. Una noche puedes dormir mal dos también, pero llega un momento que el cuerpo dice basta.
En esas noches largas de cabreo y de dormir poco, pensaba que para nada estaba siendo original. Lo normal al tener niños es pasar malas noches y recordaba a mis padres y a mis suegros. ¡Las malas noches que Fátima y yo les habremos hecho pasar! Bueno, ¡ las malas noches que todos les habremos hecho pasar a nuestros padres! y no sólo de pequeños, que de adolescente alguna noche mala seguro que le hemos dado.
Y ahora a medida que vamos creciendo se van cambiando las tornas, nosotros necesitamos menos de ellos, pero ellos empiezan a necesitar más de nosotros, y en muchos casos ¿cuál es la respuesta?... a la residencia, a un asilo.
No se, a lo mejor cuando me toque a mí mañana lo hago, pero de verdad, ¿es lo que se merecen?
Yo siendo egoísta lo pienso, si el día de mañana mi hijo me llevase a una residencia porque no me quiere cuidar él, me estaría defraudando. Yo no lo cuido ahora para que él lo haga mañana, pero creo que sería justo lo dado por lo tomado. Pues está claro que si yo pienso así, mis mayores estarán pensando lo mismo.
Espero que cuando llegue el momento, Dios me de sabiduría para no ser egoísta y hacer con ellos lo que me gustaría que hiciesen conmigo.
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