miércoles, 22 de febrero de 2012

Tiempo de cambio

     Hoy, miércoles de ceniza, empieza para los que somos cristianos, la Cuaresma. Difícil tiempo, especialmente para explicárselo a los alumnos en el colegio. Hoy en día es dificil explicar la imposición de la ceniza, no comer carne los viernes,... todo lo que se nos ha quedado de anecdótico de este tiempo litúrgico.

     Pero para mí la Cuaresma no necesariamente puede ser un tiempo propicio para los cristianos, creo que en este carro se puede apuntar todo el mundo. Es tiempo de cambiar, de esforzarse por ser mejores. Intentar ser hoy mejor persona que ayer.

     Alguno me podrá echar en cara que para esto cualquier momento es bueno, y no le quito la razón, pero no me podrá negar que si en un tiempo concreto nos esforzamos en ello, tampoco será algo malo, digo yo.

     Todos, creyentes o no, tenemos nuestros "pecadillos", cosas que no nos gustan de nosotros, nuestras equivocaciones,... ¿Por qué no intentar cambiar un poco? Seguro que el mundo que nos rodea, que seguro es amplio, lo agradecerá. Hay personas y personitas a nuestro alrededor que se alegrarían si ven que nos esforzarmos por ser mejores, por hacerlos más felices.

     También puede ocurrir que tengamos defectos que no somos conscientes de tenerlos. ¡Qué importante es estar rodeado de gente que te quiere tanto que te dice, a la cara, dónde te equivocas!

     Suelo decirle a mis alumnos que no hay nada ni maravilloso ni horroroso. Todo tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, y si no se las vemos es que no lo conocemos bien.

     Es por lo que hoy me miro, creo que me conozco, veo cosas buenas, ¡faltaría más! pero también malas, pero me veo con fuerzas de empezar a cambiar. Algunas las cambiaremos a mejor,otras...para otra ocasión

domingo, 5 de febrero de 2012

Unas santas que no se ven

La última vez que me animé a escribir en el blog escribí sobre una gran persona, un santo, que hace un trabajo impagable y que todo el mundo ve. Pero hoy quiero recordar a toda esa gente que son santos en su día a día y que no se nota su trabajo.

De mis mil fallos que tengo uno es que en muchas ocasiones tengo demasiado protagonismo y tengo que aprender a hacer cosas y quedar en un segundo o si es posible en un tercer plano. Lo cierto que esto de hacer y  pasar desapercibido me lo están enseñando todos los días en el colegio que trabajo.

Villafranca es un pueblo mas o menos pequeño y decimos que nos conocemos todos, bueno eso lo pondría yo entre comillas porque en muchas ocasiones creo que no es así. Aquí nos alegramos y con razón de tener a gente, muchos de ellos religiosos que ayudan a los demás, pero de esos no voy a hablar porque están en un primer plano y todo el mundo los/las conoce. Desde aquí mi agradecimiento por su labor y ánimo para seguir en la tarea.

Pero hoy quiero hablar de las monjitas de mi colegio. No destacan en ningún sitio al que van. Muchos las ven por el pueblo y creo que no saben ni que son religiosas, ya lo dice el dicho "el hábito no hace al monje". A los ojos de muchos no hacen nada...pero os lo aseguro, lo hacen, pero tienen una pega..."que no se ve". Son Carmelitas de la Caridad y por supuesto humanas, se equivocan tantas veces como yo, bueno seguro que algo menos. Predican la Caridad sin necesidad de pregonarlo a los cuatro vientos. Muchas ya son mayores pero desde su vejez trabajan por los necesitados del pueblo, a nosotros en el colegio nos ayudan, nos apoyan, nos dan ánimos y sobre todo nos enseñan el camino de la caridad, , eso sí, sin que se note.

Desde aquí mí homenaje y cariño a todas: Hermanas Carmen, Angelines, Tinoco, Antonia, Agustina, Adela, Elisa, Rosario, Mª Dolores, Vicenta, Pilar, Mª Jesús, Ricarda,... Seguid así no sólo trabaja por el Reino el que predica la caridad, si no el que hace la caridad.

Espero yo aprender en mi día a día el ser un poco más parecido a ella, que las cosas las haga "sin que se entere la mano derecha lo que hace la izquierda".