domingo, 5 de febrero de 2012

Unas santas que no se ven

La última vez que me animé a escribir en el blog escribí sobre una gran persona, un santo, que hace un trabajo impagable y que todo el mundo ve. Pero hoy quiero recordar a toda esa gente que son santos en su día a día y que no se nota su trabajo.

De mis mil fallos que tengo uno es que en muchas ocasiones tengo demasiado protagonismo y tengo que aprender a hacer cosas y quedar en un segundo o si es posible en un tercer plano. Lo cierto que esto de hacer y  pasar desapercibido me lo están enseñando todos los días en el colegio que trabajo.

Villafranca es un pueblo mas o menos pequeño y decimos que nos conocemos todos, bueno eso lo pondría yo entre comillas porque en muchas ocasiones creo que no es así. Aquí nos alegramos y con razón de tener a gente, muchos de ellos religiosos que ayudan a los demás, pero de esos no voy a hablar porque están en un primer plano y todo el mundo los/las conoce. Desde aquí mi agradecimiento por su labor y ánimo para seguir en la tarea.

Pero hoy quiero hablar de las monjitas de mi colegio. No destacan en ningún sitio al que van. Muchos las ven por el pueblo y creo que no saben ni que son religiosas, ya lo dice el dicho "el hábito no hace al monje". A los ojos de muchos no hacen nada...pero os lo aseguro, lo hacen, pero tienen una pega..."que no se ve". Son Carmelitas de la Caridad y por supuesto humanas, se equivocan tantas veces como yo, bueno seguro que algo menos. Predican la Caridad sin necesidad de pregonarlo a los cuatro vientos. Muchas ya son mayores pero desde su vejez trabajan por los necesitados del pueblo, a nosotros en el colegio nos ayudan, nos apoyan, nos dan ánimos y sobre todo nos enseñan el camino de la caridad, , eso sí, sin que se note.

Desde aquí mí homenaje y cariño a todas: Hermanas Carmen, Angelines, Tinoco, Antonia, Agustina, Adela, Elisa, Rosario, Mª Dolores, Vicenta, Pilar, Mª Jesús, Ricarda,... Seguid así no sólo trabaja por el Reino el que predica la caridad, si no el que hace la caridad.

Espero yo aprender en mi día a día el ser un poco más parecido a ella, que las cosas las haga "sin que se entere la mano derecha lo que hace la izquierda".

5 comentarios:

El Baúl de Arual dijo...

Gran entrada esta que has hecho Juan Luis... y muy, pero que muy, buenos recuerdos! Un saludo a todos.
Belén Cristino

Anónimo dijo...

Juan luis me alegra muchisimo su entrada en el blog, yo se q lo sabes, pero adoro ese colegio, sus paredes, su gente. Hay me hice a mi misma y una de las grandes protagonista de mi persona son ellas, te agradezco de todo corazon q les haya dado este gran pequeño homenaje. Un beso enorme TORO.

Anónimo dijo...

Soy cris la lepera, la del comentario anterior. Un beso

Stefy dijo...

que gran post!! me ha encantado saber que siguen así por muchos años!! y muy cierto lo que dice Cristina "la lepera"...crecimos en él y sin ellas y su apoyo no seriamos las mismas!!
bss =)

Anónimo dijo...

Buenísima entrada don Juan Juís, tiene usted toda la razón, las hermanas son personas maravillosas que realizan cada día una labor magnífica por los demás y cuya figura es la más importante en el colegio aunque no las veamos. Sin ellas y sin profesore tan magníficos con los que personas como yo podemos contar cada día, no seía posible salir de las Carmelitas no sólo con unas lecciones aprendidas sino lo más importante de todo, sabiendo ser personas y agradeciéndole a Dios cada día todas las cosas buenas que recimimos, que son muchas aunque a veces no las veamos porque sólo nos quedemos con las malas. Pero ahí están ellas, demostrándonos que seguir el mensaje de Jesús en posible y si aprendemos a ser buenas personas no sólo haremos felices a las personas a las cuales ayudemos, sino que también seremos felices nosotros mísmos porque estaremos orgullosos y satisfechos de la labor que estamos realizando. Desde aquí me encantaría agradecer a todas las hermanas y a todos mis profesores, la gran labor que hacen cada día, que aunque no se vea, estoy segura de que habrá muchas personas (antiguas alumnas, profesores, alumnos...) que al igual que yo, sepan admirar con gran orgullo y satisfacción.